Yo, cuento. Tú, cuentas. Nosotros contamos, y eso es irrefutable.
Cada aspecto de nuestra vida se relaciona con números, la posibilidad de hacer cuentas, medidas, o simplemente materializar en números todo aquello que nos rodea. Ante todo esto, ¿quién podría culpar a las pobres matemáticas por tan abrumadora situación?
Lo cierto es que como dicen por ahí, todo está en la perspectiva. La cuestión es perderle el miedo. Entender que las numerarias, más que artillería pesada son dispositivos de inteligencia.
Actualmente, las ciencias exactas y las ciencias sociales han demostrado que la brecha existente entre ambas resulta innecesaria. La apuesta es lograr que las investigaciones y labores relacionadas al conocimiento tengan una perspectiva interdisciplinaria, es decir, que el ejercicio de la ciencia tenga una visión integral. No solamente para realizar supuestos a probar, sino también para la resolución de problemas.
Ahora bien, hacer ciencia no es fácil, normalmente requiere de cierto tipo de instrucción especializada y reconocimiento de la élite académica. De la misma manera, mencionar que en ello va implícito el análisis de datos duros y cualitativos no hace el asunto más sencillo. Más bien, parece evidenciar que no todas las personas pertenecemos a dicho contexto. Aún así, el punto es que no dedicarse al ejercicio de la ciencia, tampoco nos excluye de la posibilidad del trabajo analítico de datos. Abrirnos a dicha posibilidad devela aspectos que pueden impactar positivamente desde la planeación e hipótesis, hasta la implementación de proyectos.
Algunos consejos
A razón de todo esto, queremos darte algunos tips para que el ejercicio analítico y de consulta, sea inteligible para quien lo genera, como para quien recibe la información.
La primera consideración es la consulta. De preferencia recurre a fuentes nacionales que normalmente publican boletines con bullets sobre estadísticas clara y digeribles para público no especializado. Una vez que hayas logrado centrarte en la búsqueda dentro de las fuentes, céntrate en un tema en particular, por ejemplo: economía, escolaridad, género, violencia, etc., así no darás tumbos de ciego, ni te abrumarás entre tópicos o las distancias entre los mismos. Finalmente, compara datos entre sí, y busca aquello que robustezca tu trabajo.
Ahora, puedes ver que no es tan difícil, solamente es cuestión de ordenar las ideas y comenzar. Pierde el medio a los signos de por ciento y dales una oportunidad.