Menos métodos, hacia la sensibilidad emocional en la docencia

Niñas, niños y adolescentes pasan muchas horas de su vida dentro de los centros educativos.  Es ahí donde aprenden experiencias de aprendizaje que tendrían que ayudarles en su vida adulta.

Diversas emociones como la seguridad y la alegría se generan al aprender contenidos interesantes así como por la forma en que se transmiten. Sin embargo, también hay desánimo por no tener las habilidades para desarrollar ciertas actividades o por no sentirse incluido en la dinámica grupal.  

Recuerdo a un niño en JUCONI diciéndome que se sentía tan alegre al estar con sus compañeros, listos para jugar, pero le ponía triste por no se sentirse parte de ellos, eso provocaba en él enojo, por lo tanto mostraba comportamientos violentos.

El recordaba aquellas escenas donde tenia que salir del salón para estar tranquilo a través de un “tiempo fuera “.

Curiosamente el tiempo fuera, solo lograba hacerlo sentir fuera del propio grupo emocionalmente.

Por obvias razones, su rendimiento escolar no estaba dentro de los estándares académicos, provocando más exclusión y menos competencia en el desarrollo de sus habilidades.

Podemos ver que cada aula tiene una intimidad, así como en la familia. En ella hay emociones, pensamientos, retos, relaciones que hace que cada salón tenga una vida propia.

El o la docente como figura reguladora, tiene como reto aprender métodos de aprendizaje, modelos en competencias, diversidad y derechos de las niñas y niños, así como resiliencia y habilidades socioemocionales.

¿Será que para un docente, lo más fácil es aprender métodos que intenten solucionar los procesos de aprendizaje e intente mantener una “disciplina el aula”?

Hay libros completos de estos temas, pero muy poco acercamiento a la comprensión del desarrollo infanto juvenil. Es importante que equipos escolares completos tengan espacios de comprensión a las emociones.

Hay veces que se requiere trabajar con estudiantes con habilidades o retrasos en su desarrollo, acudir a manuales o libros de técnicas de modificación conductual, no será lo más idóneo.

Hablando de premios y los castigos, éstos no son opción para niñas y niños con problemas en la regulación emocional.

Docentes más sensibles al desarrollo infanto juvenil

Al presentar problemas en el desarrollo y aprendizaje lo recomendable es practicar momentos de conexión entre la comunidad educativa. Un docente significativo es aquel profesional que tiene pocos métodos exitosos pedagógicos y una significativa relación con su grupo de alumnas y alumnos.

Una conexión dentro de un salón de cuarenta personas, no es prestar atención una hora a cada una. Son micro- momentos de conexión (Perry, 2021) al nombrar a cada uno por su nombre, saludar cordialmente al pasar por la cafetería, mirar y sonreír durante la clase o un acercamiento genuino y con trato digno a aquellas alumnas y alumnos que lo necesitan.

La regulación emocional y la sensibilidad son habilidades de docentes que hacen referencia a la práctica de cuidado en sus vidas.

Fomentan relaciones seguras con su familia de origen y extensa, mantienen un grupo de amigos para tomar un café, buscan espacios privados para algún hobby y cuentan con una rutina saludable.

Cuando un docente procura su cuidado, puede cuidar y entender emocionalmente de otros y otras que lo necesitan. Recordemos que los equipos escolares regulados y sensibles, fomentan en las aulas a niñas, niños y adolescentes con emociones reguladas.

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